Pablo, nos explica algunas cosas interesantes. “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:7. Lo primero que nos dice es que la paz de Dios sobrepasa todo nuestro poder de entendimiento. Es algo que no se puede explicar, no tiene un fundamento lógico porque escapa a nosotros, es un don de Dios, y como muchas de las cosas espirituales no pueden ser comprendidas por las personas que no son espirituales.
Al ser un don de Dios, es algo que por nuestros medios no podemos ganarnos, solo llega cuando vivimos según los principios que Dios ordena. “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” Galatas 5:22-23.
En los momentos que estamos viviendo, se hace absolutamente necesario disfrutar de la paz de Dios todos los días. Esa paz llegará cuando dejemos de preocuparnos, y confiemos que Dios todo poderoso nos sostiene y que como cristianos estamos librados del dios de este mundo, “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo” Colosenses 1:13. De nuestra parte debemos convertir nuestros problemas en peticiones de oración. Así, la inexplicable e incomprensible paz de Dios, guardará nuestra mente y nuestro corazón de aquellos pensamientos y sentimientos que no nos convienen.
Esa es la verdadera paz de Dios, que solo Él puede dárnosla.