Agradar a Dios también se conoce como adoración. El propósito de nuestra vida debería ser agradar a Dios. Todo lo que hagamos para complacer a Dios en un acto de adoración. La adoración es un estilo de vida.
Cuando lo adoramos, nuestro objetivo debería ser complacer a Dios, no a nosotros mismos como carnales. La adoración no es para nosotros, es para Dios. Por supuesto, adorar tiene sus beneficios; pero no adoramos para darnos el gusto, opara sentirnos vanagloriosos. Nuestro motivo debe ser glorificar a nuestro Creador. “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.” Romanos 11:36
“Se complace Jehová en los que le temen,Y en los que esperan en su misericordia.” Salmos 147:11
La adoración no es lo que hacemos con nuestros labios; es lo que hacemos con nuestra vida. Todos los cantos, las oraciones y las alabanzas son en vano si no van unidas a un cambio y compromiso en nuestra vida espiritual. La adoración pasiva no suma para Dios. La verdadera adoración es ofrecer nuestra vida para agradarle.
Lo que Dios más quiere de nosotros es que tengamos comunión con él. Él te ama de todo corazón a ti igual que ami, e igual que a todos sus hijos, y desea que tú también lo ames. El anhelo de Dios es que lo conozcamos y que pasemos tiempo con él. Él se complace con nosotros. Tener comunión con Dios, aprender a amarlo y ser amado por él, debería ser el mayor objetivo de nuestra vida. No hay ninguna otra cosa que tenga tanta importancia para nosotros como cristianos.
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.” Mateo 22:37-38
“Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.” Santiago 2:24
La palabra de Dios nos dice claramente que no podemos ganarnos la salvación. La salvación es por gracia, no por ningún esfuerzo de nuestra parte. Pero como hijos de Dios podemos agradar a nuestro Padre celestial mediante la obediencia. En la Biblia hay muchos actos de obediencia que agradan a Dios. Todos esos actos de obediencia son también actos de adoración. ¿Por qué a Dios le agrada tanto la obediencia? Por que es la demostración de que realmente lo amamos.
Jesús dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Juan 14:15
Busquemos agradar a Dios, así podremos disfrutar de todas las bendiciones que Él tiene para nosotros.